Para descubrir el origen de este exquisito producto tenemos que viajar en el tiempo hasta el año 1.200 a.C.: un jabalí llegó a las orillas del Mediterráneo y a su paso por la Península Ibérica fue cruzándose con otras razas de cerdo. Fruto de estos encuentros tenemos hoy el maravilloso jamón ibérico, uno de los tesoros mejor guardados de la gastronomía española, y un producto imprescindible en su dieta. Todo comienza en la Dehesa Extremeña, un auténtico paraíso natural, un ecosistema derivado del bosque mediterráneo salpicado de encinas centenarias. En este maravilloso paraje, territorio de encinas y pasto natural, es donde crece majestuoso el cerdo ibérico: última raza porcina de pastoreo de Europa, lo que la convierte en una raza diferente y única.
Se trata de una raza de cerdo autóctona exclusiva de la Península Ibérica, a diferencia del cerdo blanco o común que se cría en todo el mundo. Existe por tanto un número muy bajo de ejemplares, con un singular régimen de crianza y alimentación, y que ha encontrado en la Dehesa Peninsular un ecosistema ideal para su pastoreo. Extremadura posee un clima frío y seco, lo que proporciona el ambiente idóneo para una excelente curación natural del que está considerado el mejor jamón del mundo. Desde el año 1990 cuenta con el amparo de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. Así, el cerdo ibérico ha formado parte del paisaje Extremeño desde tiempos remotos y la elaboración del jamón en regiones extremeñas se remonta a la época de los romanos. Un edicto del emperador Diocleciano demuestra que Hispania ya exportaba jamones a Roma en tiempos del imperio Romano hace 2000 años. Ya entonces aplicaban la salazón como modo de conservación de las carnes de la primitiva raza ibérica. Este saber hacer se ha transmitido a lo largo del tiempo y ha permitido el pastoreo de estos animales además de conservar y mejorar la raza ibérica. Hoy la histórica villa de Trujillo, desde la que partieron los conquistadores españoles rumbo a América, es el lugar donde se unen tradición y modernidad.
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